Para el maestro Carreño, la textura es un código personal e intransferible en su labor pictórica y escultórica. El hecho de empastar un lienzo o aplicar un relieve en un objeto creado, le dan a su propuesta artística un valor agregado especial, logrando obtener piezas únicas dentro de la colección general de su producción.
En el caso del emblemático árbol de caracolí y su significado para la ciudad, el maestro condiciona al espacio los fragmentos de troncos, hojas, raíces y frutos, y los lleva como eje integrador de un paisaje cerrado en esta sala de exposiciones.
Su trabajo estético del bosque de caracolíes es en constante pedagogía e interacción con el público asistente. Su preocupación no es el terminado de la obra, sino la forma como diseña y construye cada elemento del bosque, permitiendo a los asistentes ser parte del conjunto escultórico.
Degustemos y participemos de esta propuesta original.
Escrito por: Carlos Saúl Arenas Duarte Asesor Cultural CCPS
Publicado por: Edward Gonzalez Ingeniero de sistemas CCPS
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